lunes, 17 de mayo de 2010

CULEBRAS ATESORAN VERSOS


Deslizo mi barriga transparente
sobre el lecho de pedruscos
escondrijo de alacranes
cubierto de pulpa verde.
Fluyo.
Y me dejo arrastrar
como una ahogada
Y hago eses,
eses de culebra negra
que atesora versos.
Fluyo.
sin ninguna prisa.
sin ningún pronóstico.
Soy repleta de seres
y al estar callada
reflejo nubarrones.
Tal vez haya tormenta
pero yo no hago nada
ni temo
sólo abro mi cuerpo y espero
agua que se funda en nuevas aguas

domingo, 16 de mayo de 2010



Me llamo Morgana y aún no sé si elegí yo este nombre o si fue él quien me eligió a mí.

Nací en Madrid, España, hace 34 años. Desde muy niña fui una devoradora de la vida, un espíritu apasionado e irreductible y una infatigable buscadora de la verdad.

Pasé la infancia y la adolescencia como gata callejera, flaca y bulliciosa, pero siempre esperanzada.


Siendo aún muy joven, la vocación me llevó a estudiar Psicología y me licencié en 1999 por la Universidad Autónoma de Madrid. Movida por un impulso visceral entré a formar parte del movimiento feminista, donde he estado ejerciendo hasta bien poco, liderando grupos de mujeres, empoderando a las más desfavorecidas, curando heridas femeninas, acompañando en procesos de recuperación, planteando alternativas al sistema patriarcal y siempre, siempre, admirando el Poder Femenino.


Actualmente imparto talleres a mujeres desde una perspectiva psico-espiritual. Son talleres en los que es imposible desmadejar el alma del cuerpo, en los que reconectamos con nuestra energía femenina, ésa que, enterrada bajo capas y capas, se mantiene intacta, inalterable, poderosa, desde tiempos ancestrales.


Son un espacio donde conocer nuestro cuerpo, escuchar el susurro de nuestro útero, honrar nuestra naturaleza cíclica y nuestra sangre menstrual y, sobre todo, CELEBRAR la alegría de ser mujer.


Anque quizá todo empezara una noche en que soñé que una gran serpiente enroscada guardaba en su interior semillas brillantes y hermosas. Entonces entendí que las culebras atesoran versos. Sólo hay que vencer el miedo. El miedo que nos da aceptar nuestro propio Poder.


Cada día somos más las que nos adentramos en este viaje hacia nuestra esencia, ¿deseas acompañarnos?